sábado, 11 de octubre de 2008

APRENDER A CONSOLAR


“YO ME CONSUELO DEL DESCONSULEO DE MI VIDA CONSOLANDO A LOS OTROS”

¿Puede alguien, habitado por el desconsuelo, consolar a otros? La frase del tema me llevó a esta pregunta. Y meditando sobre ella y habiendo vivido el desconsuelo, que es un estado de angustia, pena, dolor y tristeza, creo que primero debo, si es posible, encontrarle sentido a mi desconsuelo, dejarme consolar y luego podré, a mi vez, consolar a otros.

Podría hacer una larga lista de personas que sirven de consuelo a otras, pero todas ellas dejaron de vivir en el desconsuelo, etapa que supieron capitalizar positivamente y así comprender y consolar a su vez.

Ciertamente, es una tarea invalorable aliviar, confortar, animar a alguien en un mundo donde muchas personas no tienen quién las escuche, salvo el sicólogo, (las que pueden acceder a él).

No obstante, con mi humilde experiencia creo que superada al menos en parte la necesidad de consuelo, la vida en plenitud es la del diálogo, la del compartir. No es fácil pero se puede.


AUTORA: María del Carmen Castro

1 comentario:

Anónimo dijo...

!!!Qué excelente escritora¡¡¡...JEF