
En cuanto puso sus ojos en los de él, se dio inicio al más maravilloso de los encuentros: el de dos almas gemelas, en el que las cuestiones del cuerpo físico pasan a ocupar un nivel inferior. El calor de los ojos de los enamorados derrite la barrera que la carne impone y los deja pasar de lleno a la contemplación del alma. Alma que, al ser idéntica, reconoce la energía del compañero como propia.
El reconocimiento empieza en los centros receptores de energía del cuerpo humano: los chakras. Existen siete chakras. A cada uno le corresponde un sonido dentro de la escala musical y un color del arco iris. Cuando son activados por la energía proveniente del alma gemela, vibran a todo su potencial y producen un sonido. Obviamente, en el caso de las almas gemelas, cada chakra resuena y es, al mismo tiempo, el resonador del chakra de su compañero. Estos dos sonidos idénticos, armonizados, generan una sutil energía que circula por la espina dorsal, sube hasta el centro del cerebro y de ahí es lanzada hacia arriba, desde donde inmediatamente después cae convertida en una cortina de color que baña el aura de arriba abajo.-
Escrito por novoyatirarlatoalla.
Fragmento de" La ley del Amor"
Autora: Laura Esquivel
Autora: Laura Esquivel
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