
Señora: Confieso que cuando publiqué el artículo sobre su pasado mi asombro hacia las tareas realizadas por usted me dejó sin palabras.
Luego pensé ¿existirá un pueblo que quiere tener una gobernante con ese pasado?
Andando los días descubrí que no. Sé que algunas personas vecinas suyas no son precisamente angelitos, pero usted tampoco lo es.
Autora: María del Carmen Castro
No hay comentarios:
Publicar un comentario