
¿CÓMO AMAN NUESTRAS MANOS?
Son estas manos fruto del aire maduro.
Estas manos que construyen sueños y vuelan desnudas.
Las que un día de abril mirándose en tus ojos arrancaron suspiros a la tierra.
Palomas mensajeras, manos que tiemblan, manos que piensan.
Pozo profundo a la mitad del mar.
Si las miras, manos como todas; palpables, sensibles, que veneran o que clavan.
Simples manos como todas. Humanas, erradas, imperfectas.
Pero también son manos que aman, que hablan del esfuerzo compartido, del juego en que liberas tu risa. Reflejo claro del alma, las manos son remolino en el vuelo por la vida.
No importa el tamaño de las manos. Deslizan el pensamiento en cada yema de los dedos, en cada surco de la palma de las manos, el químico secreto, el paso sentencioso, las tuyas y las mías.
Ese minúsculo mundo, capaz de medir en sueños la distancia y en esas manos, miras el claroscuro de la vida y cobras conciencia de que existes. Y entonces te preguntas: ¿Para qué sirven? ¿Qué has hecho con ellas?
María del Carmen Castro
1 comentario:
Realmente, acariciante...
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