jueves, 28 de mayo de 2009

RECUERDOS



¿CÓMO ERA MI CASA DE LA INFANCIA?

Mi casa de niña era sólida, más sólida que sus habitantes.
Sus gruesos muros de piedra, construidos varias generaciones antes de mi llegada al mundo, contenían variadas habitaciones, sobre el primer piso.
Ventanas amplias. Estaba, aún lo está, enclavada en la falda de una montaña. Ante una encrucijada de tres caminos y rodeada por un enorme parral.
Asomarse a sus ventanas era un placer. Pasear la vista por el verde paisaje, de su valle, es una imagen que perdura en mis recuerdos.

Esa casa está en un continente lejano. En un país, llamado en otro tiempo, “La Madre Patria”. Madre. Madrastra, sería más adecuado.
Recuerdo también, el pequeño pueblo al que llamábamos aldea.
Una aldea casi exclusivamente de mujeres. Los hombres, tuvieron destino de emigrantes.
Ciudadanos de un país, que apenas salía de una guerra civil.
Mis primeros años, fueron iluminados por la luz de un farol. El trabajo de mi padre, en la emigración hizo posible disfrutar de la luz eléctrica.
Los inviernos, crudos y lluviosos, eran tibios al calor del fuego con leña.
Y los veranos frescos, dentro de sus sólidas paredes.

Casi más bella que la casa, era la huerta, con deliciosas cerezas y castañas.
No sé si ésa fue la mejor casa. Mi infancia, transcurrió en otras casas. Un barco, un conventillo, una enorme casa en Chascomús.

Tengo la rara costumbre, de considerarla mi casa, aún cuando temporalmente, estoy de vacaciones.
Creo que la mejor casa, aunque sea la más humilde, es la que uno, se reconoce Feliz.

Autora: María del Carmen Castro

1 comentario:

Anónimo dijo...

Marita...sos un lujo. JEF