miércoles, 22 de septiembre de 2010

Dice Angeles Mastreta...


¿Cuántas de las más atrevidas y emocionantes aventuras de nuestra vida nos han sucedido mientras leemos? Leer, como jugar o enamorarse, es un desafío siempre y una promesa cada vez. Lo mismo que escribir. Acercarse a los libros para jugar en ellos, con lo que de seriedad y riesgo tiene el juego, no es cómodo, ni protegido, ni fácil, pero siempre es emocionante y siempre nos mejora la vida. Por eso encuentro que escribir, como leer, se parecen a enamorarse.

No hay comentarios: