miércoles, 8 de diciembre de 2010

CARTA ABIERTA DE UN CIUDADANO ARGENTINO AL PTE. PIÑERA


CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE DE CHILE
(Tema: HMS Gloucester, buque de guerra inglés amarrado en Valparaíso)

Primero que nada, agradezco que (en hipótesis) me esté leyendo.
Permítame presentarme, soy un ciudadano argentino más, bisnieto de un chileno de apellido Astorga y otro Brasilero Apellidado Box, nieto de un abuelo Paraguayo Jacquet y otro uruguayo también Box. Es la síntesis más significativa que le puedo dar.
Para resguardo de la transparencia de mis palabras, debo reconocer que de ser chileno, no lo hubiera votado a usted, en realidad no por su persona, sino por el pasado que reivindica y las instancias por las que propone el futuro.
Sin embargo, ha sido elegido usted por el pueblo chileno y eso lo inviste de mi respeto sincero.
Como argentino he tomado con amargura, el hecho de que oficialmente Chile haya permitido el amarre de un buque inglés, que venía de ejercicios militares preventivos de un potencial conflicto armado con Argentina.
No dudo que usted conoce los afanes históricos de ese imperio con Argentina, debe conocer el atragantamiento que le provoca a la política exterior de Inglaterra la palabra Argentina, puesto que es el único país que apeteció y no pudo conquistar jamás, al menos militar, formal y sostenidamente.
Le ruego me disculpe la petulancia de imaginar que un criterio mío le pueda auxiliar, pero en la balanza de mis pareceres, pesó más la consideración de que lo complicado de su agenda y las urgencias del día a día, no le hayan permitido visualizar, el campo de especulación que quiero ofrecerle.
Los ingleses son un pueblo como cualquier otro, con panaderos, mineros, amas de casa que crían a sus hijos, profesionales, científicos y artistas que sencillamente aman a sus compatriotas y edifican así el estilo inglés, tan difícil de justificar para mí; dado las políticas exteriores que su corona y gobiernos han sostenido en el mundo. Basadas en el saqueo y la muerte, justificadas con apenas una… casi mala palabra: “gloria”.
Este país tiene a partir de ese “estilo” una centenaria tradición militar. Mire usted el cementerio argentino en Malvinas, no es un lugar lujoso pero tampoco un campo abandonado, está cuidado y mantenido por ellos mismos y los muertos fueron sepultados con honores. Cosa que los militares argentinos y chilenos no han tenido la honra de hacer con nuestros desaparecidos. Eso habla muy bien de un costado inglés, aunque sea discutible (y muy mal de nosotros).
Otra cosa es lo claro que tienen los ingleses, las definiciones de la traición.
Un inglés sabrá aprovechar la traición de un hermano de quien invaden, al punto de que el traidor se sienta un aliado inglés. Pero nada está más lejos de que los ingleses así lo interpreten.
Recuerde dónde fue privado de su libertad el ex general Pinochet.
Solo en Inglaterra conoció lo que significaba estar preso. Recuerdo cómo al más puro estilo del humor y cinismo inglés, Margaret Thatcher en una entrevista frente a los medios de todo el mundo, deshojó traición por traición, las cometidas por Pinochet a Argentina “agradeciéndole”.
“Agradeciéndole”, Margaret Thatcher lo dejó desnudo frente al mundo con sus miserias, mientras lo mantuvo preso.
Sé que esta interpretación no es la única, pero creo firmemente en ella.
Quiero un Chile grande, fuerte, rico y digno señor presidente. Quiero un continente detonando la nueva humanidad que inexorablemente llega y quiero que sea con la menor cantidad de víctimas posibles, de esas que la omisión se traga históricamente.
Anhelo un futuro de paz para el mundo y la paz es inclusiva. Que ningún HMS Gloucester deje a Chile retrasado en la geopolítica sudamericana que crece vivamente y amarrado a una Europa que naufraga.
Le deseo genuinamente el mayor de los éxitos en su gestión, puesto que si su gestión fracasa, pagará el pueblo chileno sus errores.
Viva Chile, Viva Argentina, Viva este nuevo continente para la nueva humanidad.

Enrique Juan Box
DNI 10.603.903

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