Ya no depende sólo de lo que usted quiera, porque usted prometió “ser” de cierto modo y eso que usted prometió despertó algunas esperanzas que estaban casi en extinción. Con lo cual, probablemente andando el tiempo, el poder ejercido con ecuanimidad le resulte algo cuesta arriba. Será tentado por el placer, el dinero, la omnipotencia y los aduladores interesados. ¡Cuidado! Todos le pedirán cosas diferentes, algunas veces contrapuestas. El pueblo (a quien los demagogos llaman la voz de Dios) tendrán exigencias variadas de acuerdo con el deseo y las aspiraciones de los distintos grupos.
Los más pobres, con necesidades justificadas, exigirán un mejor nivel de vida, otros pondrán su acento en la posibilidad de concretar sus esperanzas ejerciendo roles dentro de su vocación. Los más fuertes y poderosos harán hasta lo imposible para convencerlo, estadísticas y cuadros comparativos mediante, que el crecimiento propio será el crecimiento del país, aunque la historia reciente nos demuestre lo contrario.
Obviamente, la suya será una ardua tarea, de lo cual creo suponer que usted es consciente. Yo por mi parte, en calidad de ciudadana, me permito pedirle, trabaje duro, tenga la mente abierta, converse con todos, observe de cerca los rincones de éste nuestro país, exíjanos mucho, pero dé testimonio de lo que pide
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Que pena que mis deseos no se vieran cumplidos Señor (Año 2.001)
AUTORA María del Carmen Castro
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