
Diario de sentimientos.
Síntesis de un artículo de Wendy Bristow.
Existe un instrumento de gran poder curativo y que no cuesta más que el precio de un bolígrafo y un trozo de papel: la escritura. El mero hecho de poner nuestros sentimientos por escrito es extraordinariamente beneficioso. J. W. Pennebaker, investigador de terapias de escritura y profesor de psicología en la Universidad Metodista del Sur, en Dallas, ha estudiado la relación entre la escritura y los sentimientos y ha llegado a la formulación de descubrimientos muy reveladores.
En una de las pruebas realizadas pidió a un grupo que escribiera durante veinte minutos sobre las experiencias más perturbadoras de su vida mientras el segundo grupo hacia lo propio sobre temas intrascendentes como por ejemplo lo que había hecho durante sus vacaciones. Al cabo de seis meses de repetir esta prueba, constató que el estado de salud de los integrantes del primer grupo era mucho mejor y que visitaban a los médicos con mucha menos frecuencia.
También hizo que algunos profesionales desempleados escribieran lo que sentían en relación a su pérdida del empleo y los comparó con otro grupo similar que se dedicaba a escribir sobre temas cotidianos desvinculados de sus emociones; en este caso también constató que el primer grupo no sólo era más sano y feliz sino que sus miembros encontraban trabajo más rápidamente.
Así que está demostrado que escribir es de gran ayuda.
¿Cómo hacer que nos ayude a nosotros? Es conveniente escribir algo cada día o al menos con la mayor frecuencia posible. Además de hacernos sentir mejor de manera inmediata, un efecto secundario positivo es que en el futuro podemos volver la vista atrás y ver cómo éramos, qué pensábamos, qué emociones teníamos y valorar los progresos que hemos hecho.
Las emociones se mitigan si las reconocemos y si hablamos de ellas, y si no podemos escribir hablemos de lo que sentimos.
1 comentario:
Muy bueno...JEF
Publicar un comentario