
Cuando al mirarte la palabra se hace más notable
y cuando el sentimiento nos alimenta
el rosado para siempre en el costado de tu cara
las estatuas en los días de lluvia
el plumero abierto a los rayos del sol
un mito recién inventado
atento a la primera hoja del otoño
cuando el dibujo de tu nombre es el vértice de mi poema
Las albricias de tus pezones
el intenso lugar de nuestras bocas
la veta de una piedra imita la ranura de tus ojos dormidos
El poema que construya nuestros caprichos
dejarle la noche a los otros
morir sin decir la última palabra
la persecución de tu perfil en los a veces de tu ausencia
Una flor en un barco abandonado
todas las veces que me decís te amo
cuando el cielo piensa sus cosas
la obra solitaria de una nube
y precisamente precisarte.
Autor: Juan Carlos Escalante
del libro “Un rumor invisible”
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