viernes, 19 de marzo de 2010

RONDA NOCTURNA


A Felisa, el tren la depositó en la estación Retiro, una lluviosa noche de Abril. Clotilde vive en una pensión de la calle Defensa. Malena, comparte habitación con otras dos chicas en una casa tomada, en La Boca.
Aún no se conocen, pero, están destinadas a vivir la misma repugnancia nocturna de Buenos Aires.
Son malos tiempos, para encontrar un trabajo decente, sin referencias unas, sin documentos y, las que los tienen, a continuación de la palabra ”nombre”, dice Héctor, a pesar de portar unas curvas que lo contradicen.

Quién habrá desatado esa ronda nocturna, de mujeres maquilladas con tanta exageración, casi desnudas, a pesar de de las temperaturas bajo cero.

Los sueños de Felisa, duermen bajo una lápida de frustración.
Clotilde ya olvidó sus desatinos de ser actriz y, Malena sabe, nadie le dirá que “canta como ninguna”.
Se acerca la Navidad, y cada una recuerda los regalos recibidos, justo cuando daban las doce. Aquellos patines, la valijita llena de cosméticos, o el disco donde Cacho Castaña, le canta a la “reina de la bailanta”.
Pero este veinticuatro de Diciembre, no será igual a ningún otro.

Las chicas esperan a Felisa en el café; entra agitando un papelito rectangular y, dice, ¡hola chicas!, esta noche no seremos putas, seremos princesas.

Autora: María del Carmen Castro

1 comentario:

Arabia dijo...

Serán putas o princesas
por necesidad?
no creo que sea por amor
por deseo de ser puta o princesa.

Estoy segura que muchas princesas del mundo, y principes, darian su corona, a cambio de una vida mas normal.